domingo, 30 de diciembre de 2012

DANIEL J SIMPSON.







Hola, mi nombre es Daniel Tristán, tal vez me recuerden por películas como "Mi hermana es más freak que Lisa Simpson" o "Mmmmhh cerveeeeza". Pasé gran parte de mi infancia sentado frente a la televisión y, sin duda, algunos de mis primeros recuerdos frente a ella son con Los Simpson en la pantalla. Han pasado casi 25 años desde la primera vez que estos personajes salieron al aire. Era 19 de abril de 1987 y la familia amarilla debutó en forma de corto dentro del Tracy Ullman Show. Pasarían solamente 3 años para que estos disfunsionales personajes brincaran al horario estelar de la cadena Fox y cambiaran a formato de serie, con capítulos de 30 minutos.
Matt Groening, creador de la serie, no tienen empacho en aceptar que los integrantes de la familia Simpson fueron inspirados en sus propios hermanos y padres. Cada uno de los personajes refleja a la  típica y cómodamente patológica familia norteamericana. Para los que vivímos nuestra infancia en la década de los 90's la serie se convirtió en un asulto de culto.
 Resulta casi imposible sentarse en el sillón a ver un episodio sin comparar a los personajes con algún amigo, familiar o hasta con nosotros mismos. Que si mi papá tan torpe como Homero, que si el vecino tan graciosamente solo como Moe, que si yo con las piernas igual de peludas que Paty y Selma.
Hay quién tiene memorizados de pe a pa los diálogos de cada uno de los capítulos, algunos tienen un archivo mental con los chistes clásicos. No importa cuántas veces se vea un episodio, siempre vamos a terminar soltando la misma carcajada.
Después de dos décadas y media uno ya no puede sostener la teoría de que el éxito de Los Simpson en nuestro país está basado en una moda pasajera. ¿Qué convirtió a los personajes de Matt Groening en un ícono? Desde mi punto de vista la fórmula del suceso de esta serie animada no son los temas que toca, sino la forma en que lo hace. Algunos de los temas abordados frecuentemente en la serie son una radiografía de lo que vivimos los mexicanos todos los días
¿Qué pasaría si les quitara lo amarillo? Seguramente no serían tan graciosos si dejaran de llamarse "Los Simpson" para convertirse en "Los Tristán". Si fueran de carne y hueso desaparecerían las risas de muchos de nosotros.
Estoy seguro de que los temas que más carcajadas nos arrancan al ver un episodio son los que más nos duelen en nuestro día a día como mexicanos. Ese espacio de nuestra casa frente a la televisión es el único lugar donde podemos reírnos de todo lo que nos preocupa. Eso es lo que le ha permitido a la serie sobrevivir 25 años.
Los problemas en Springfield dan risa, en México preocupan. Sólo es cosa de comparar algunas de las situaciones o temas recurrentes en los episodios de los Simpson:

Obesidad en Springfield: Recuerdo a Homero luchando por subir de peso para que le permitieran trabajar desde casa o al Jefe Gorgory comiendo hamburguesas en una parrillada, hasta el punto de no poder respirar.

Obesidad en México: Somos en país número uno en obesidad infantil y 4.2 millones de adultos padecen diabetes a causa del sobrepeso.

Violencia intrafamiliar en Springfield: Más de una vez reí a carcajadas al ver a Homero descargar su furia apretando el cuello de Bart.

Violencia intrafamiliar en México: En nuestro país 39% de los habitantes sufre diariamente de violencia en sus hogares. Se registran aproximadamente 14 muertes al día a causa de la agresión por familiares.

Narcotráfico en Springfield: Uno de mis episodios favoritos es en el que el hijo de Tony, el jefe de la mafia, se gana el respeto de los demás por el temor que le tienen a su organización. O aquél en el que el mismo Tony obliga a Krusty y Homero a montar un monociclo miniatura.

Narcotráfico en México: La ola de violencia va en aumento. El narcotráfico se ha apoderado practicamente de todos los rincónes del país. Para el incio del 2012 la suma de muertos por la guerra contra el narcotráfico de Calderón era de 50,000.
Alcoholimso en Springfield: Algunas de las escenas más divertidas de la serie son con Homero en estado de ebriedad. En uno de los episodios clásicos Bart se aprovecha de la dependencia de su padre a la cerveza y le juega una broma del día de los inocentes. 
Alcoholismo en México: Según la Secretaría de Salud 25.3 millones de mexicanos consumen bebidas alcoholicas en cantidades que ponen en riesgo su salud y la de terceros, 4.6 millones de mexicanos presentan dependencia severa del alcohol y el tratamiento a todos los habitantes con alcoholismo le cuesta al país 1,200 millones de pesos anuales. En 2006 la cerveza Duff dejó de ser una fantasía para los amantes del alcohol. El mexicano Rodrigo Contreras registra la marca Duff y comienza a exportar cerveza a Estados Unidos y Europa.

Bullying en Springfield: La lista de escenas de Nelson, el maloso de la primaria, golpeando a Bart y Milhouse son interminables. En un episodio se divide la escuela en primaria para hombres y primaria para mujeres. Lisa tiene que vestirse como hombre para poder ser aceptada en la primaria masculina y termina siendo golpeada por Nelson.

Bullying en México: La CNDH reporta que 3 de cada 10 niños mexicanos son víctimas de bullying. En 2011 el DF alcanzó la alarmante cifra de 190 suicidios a causa del abuso y acoso escolar.

La lista sobre problemáticas reales que se abordan en la serie es interminable. Podríamos referirnos a la drogadicción de Otto, al bajo rendimiento escolar de Bart, a la discriminación que algunas veces sufre Apu por su acento hindú y el color de su piel, a la corrupción de políticos como el Alcalde Diamante y muchos otros problemas.

Desde mi opinión Matt Groening no creó la serie animada más exitosa de todos los tiempos. El dibujante estadounidense inventó la anestecia perfecta para reírnos de todo lo que daña a nuestra sociedad. Para algunos puede resultar alarmante, a mi me parece fascinante.

 

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