miércoles, 12 de agosto de 2015

LaguNotas Mentales: Felicidad... Loading.

Se convierte en un asunto de rutina, despertar y echarle un ojo a las noticias frescas acompañado de café, o de cerveza según sea el caso. Hay veces que uno se queda enclutchado en la noche anterior y ya ni modo. A mi parecer la naturaleza de la noticia radica en la novedad, en lo inesperado, lo irregular… lo insólito, lo digno de ser contado. Tristemente la mayoría de los encabezados que veo diariamente caen en un espiral repetitivo que desgasta su poder de impacto, pues al leerlo se recurre al inevitable “naaah ¿neta?”.
Por ejemplo, en el periódico de esta mañana, por citar algunos, encontré estos: “Con violencia termina marcha de normalistas”, “Mafioso brasileño lleva 30 años prófugo encubierto por el gobierno”, “El TRI funciona a medias, no convence a la afición”. Y así puedo citar muchos más. Si le diéramos copy/paste a cualquiera de estos encabezados y los insertamos en el periódico de mañana, de pasado mañana o en las páginas de un diario del 2017 no desentonarían para nada.
Aún así a toda regla hay una excepción. Siempre hay una noticia que rompe con la rigidez de los encabezados repetitivos y obvios. Esta vez la nota que captó mi atención fue: “Se celebra el Día Internacional de la Felicidad”. Y bueno, por partes. En primer lugar me sorprende que ya existe día internacional de absolutamente todo (hace un par de semanas me enteré que ya existe también el día internacional del perro sin raza). En segundo lugar, más que el encabezado, me sorprendieron los datos que la nota presentaba, basados en la encuesta que el INEGI realizó a los mexicanos acerca de la felicidad.
Según los resultados que esta encuesta arrojó tan solo el 47% de hombres y 56% de mujeres en nuestro país manifestó vivir feliz, aunque aceptó sentir frustración de manera cotidiana al saber que las cosas no están del todo bien (“Pssss es que más bien te acostumbras y así le das ¿no?” decía uno de los encuestados). Las personas separadas son las que presentan el mayor porcentaje de no felicidad, con 7%, respecto a las demás situaciones conyugales.

Otros de los datos que reveló la encuesta fue que a mayor nivel educativo mayor es la infelicidad del mexicano. Una vez más la frustración se hace presente. Las expectativas laborales de los mexicanos que terminan un nivel de educación superior son muy altas, al toparse con la realidad y el desempleo la frustración hace de las suyas nuevamente. Irónicamente la clase baja es la que vive, aparentemente, más feliz cobijados en el eterno discurso de “Donde come uno comen dos, ya Dios proveerá”.
La encuesta reveló también que una de las causas de no felicidad en los mexicanos es el exceso de tiempo libre, pues es aquí donde hay oportunidad de analizar las vidas de los demás y compararla con la propia. Si, frustración una vez más. Con toda esta información, y abusando del espacio que Kriptón me da para esta columna, rescaté una vieja publicación de mi blog, la cual considero que encaja como anillo al dedo ante una sociedad llena de cangrejos frustrados y malaleche. Dice así:

 10 PRÁCTICOS CONSEJOS PARA CONVERTIRTE EN UN MEXA MALAHIERBA Y FRUSTRADO.

1.-Memoriza por lo menos 5 pretextos creíbles para justificar tus errores y haz creer a los demás que tú nunca te equivocas.
2.-Descalifica cualquier trabajo, comentario o idea que no sea tuya. No importa lo brillante que sea la propuesta, si no viene de ti mándala al diablo.
3.- Muestra siempre una cara amable a tus semejantes, ya habrá oportunidad para hablar mal de ellos a sus espaldas.
4.- Aprende a detectar a las personas que puedan convertirse en un obstáculo para ti, haz amistad con ellos, enséñales a hacer mal las cosas y deja que te acompañen en tu mediocridad por el resto de sus vidas.
5.- Pídele opiniones a los demás con la única finalidad de ignorarlas. Así quedará claro quién es el que manda. No importa que sus ideas sean mejores que las tuyas, ignóralas a toda costa. Recuerda, TÚ NUNCA TE EQUIVOCAS.
6.- Cuando pasen los años y te des cuenta de que no has logrado nada en la vida echa raíces en donde te encuentras y haz todo lo posible por retener a todos los que te rodean junto a ti, así compartirán el fracaso.
7.- Cuando veas cualquier especie de talento en una persona dile que lo que hace está mal y proponle hacer las cosas a tu manera. Así acabarás con sus posibilidades de éxito.
8.- Utiliza por lo menos el 60% de tu tiempo en estar enterado acerca de la vida de los demás, así sabrás inmediatamente si a alguien ,que no seas tú, se le ocurre empezar a triunfar y podrás actuar a tiempo para detenerlo. Facebook es una herramienta muy útil para lograrlo.
9.- Cuando algún pasado de listo te pregunte por qué eres un perfecto pelele justifícate diciendo que estás esperando tu golpe de suerte.
10.- Haz todo lo anterior inconscientemente para evitar cualquier tipo de cruda moral o remordimiento por lo mierda que eres.
La ONU ha rankeado a México en el lugar número 26 del mundo en cuanto a felicidad. Algunos países como Canadá, Australia e incluso Cuba han escalado para posicionarse en lugares más decorosos, mientras que México está anclado en esta zona de la clasificación y coquetea anualmente entre el número 26 y 29.
La frustración hace de nuestro día a día una carnicería, todos contra todos. Mentalidad cangrejo, cáncer que nos corroe y nos encamina a terminar arrancándole las greñas al prójimo. Por eso y muchas cosas más me considero fan irremediable de Erich Fromm, pues al decir que el éxito es igual de desastroso que el fracaso (¡en México ni se diga!) tenía la boca llena de razón.

LaguNotas Mentales: Daniel Tristán Q.E.P.D. (Que en pants descanse)

Rompí todos los espejos porque los espejos tiran netas y, la neta, a mi mejor que me mientan. Dicen que si miras fijamente al abismo llega un punto de quiebre en el que el abismo te mira de regreso. Así pasa con los espejos, son abismos que cuando los miras fijamente te hipnotizan, te arrancan la piel de la cara y te la escupen de regreso al cráneo después de decirte todas tus verdades. No evito mi reflejo por miedo a envejecer/morir, lo evito sencillamente porque el que busca encuentra. Eso te sacas por andar preguntando… ask me no questions and I will tell you no lies. Rompí todos mis espejos porque los espejos tiran netas y, la neta, a mi mejor que me mientan y me mientan y me mientan.
Daría lo que fuera por volverme inmune a las verdades, porque cuando las verdades permanecen encajonadas nunca hacen daño. Como los Ozzys, los Jaggers y todo aquél Peter Pan del rock and roll que ya está muerto hace un chingo de tiempo pero nadie les ha avisado y entonces tienen licencia para seguir rondando en el mundo de los vivos bien quitados de la pena. Pero yo ya estoy bien frío. Cabrón… ¿por qué se me escurrió la vida entre los dedos?
 
Hey you with you ear against the wall
Waiting for someone to call out
Would you touch me?


Se me acabó la vida tantas veces cuando usurpé el dolor ajeno y me metí a Tangassi a tomar café gratis mientras le daba el pésame al familiar más devastado que encontré, valiéndome madre la muerte del ex vivo (¿?) que nunca conocí. Se me fue el alma, pero nadie me avisó. Comencé a morir el día que desperté frikeadísimo en el Ibis de Aguascalientes porque estaba temblando y en todo el sexto piso parecía que el edificio se caía a pedazos. Y ella, con su voz suavecita de las mañanas, me dijo “quenocierto, queduermeteotravez”. Morí aplastado entre las columnas de concreto y los muebles de hotel, pero nadie me avisó.
Y ahí estoy moribundo a los siete años cuando los mochos del Opus Dei en el Real me obligaron a hacer la primera comunión y a mi se me ocurrió decirles que “órale va, pero es la primera y la última”. Se me empuercó el alma, se me llenó como de chapopote. Estiré la pata pero como a esa edad casi nadie se muere yo seguí.

Hey Joe, I heard you shot your mamma down.
You shot her down now
Hey Joe, I heard you shot your lady down
You shot her down in the ground.


Comencé a morir la vez que en la malafiesta llegué al Rockabilly terco con acercarme a acercar a saludar al DJ (porque güey, es mi amigo desde el kinder… ¡te lo juro!) y terminé jalándole todos sus cables para dejar al bar entero sin música y dizque sordeado mejor me fui al baño a la voz de “¡pendejo, pendejo!”. Y me llené de gusanos bajo tierra cuando comprobé por mi mismo que no era mito urbano eso de que los enanos de Blancanieves simbolizan los siete síntomas de la abstinencia de cois y así entre la dormilona, los estornudos y mi cara de gruñón me les fui sin avisar.
Se me pudrió la carne y acabé hecho puros huesos cuando a mis papás se les ocurrió sincronizar sus calenturas para hacer que naciera con la marca de la generación X raspada en la frente. Esa generación que decidió tomar como estandartes a Tom Green, Johnny Knoxville, Andy Milonakis y todos aquellos que lograron una fortuna navegando en las aguas del absurdo y el sin sentido.
 
And anytime you feel the pain, hey Jude, refrain.
Don’t carry the world upon your shoulders
For well you know that it’s a fool who plays it cool…


Y entonces ya no me quedó de otra más que caminar por todos lados arrastrando los pies, con la pesadumbre de quien se sabe muerto pero se lo sigue negando. Un zombie con el cerebro seco y las entrañas hechas polvo. No sé ni dónde esconderme si mi papá portó orgulloso el “Hey You” de Floyd, mi abuelo el “Hey Joe” de Hendrix, y el “Hey Jude” de Beatles. Y yo con qué cara me puedo atrever a reproducirme si en algún momento tendré que explicarles a mis hijos que a mi y a los que vienen conmigo quien nos define es “Hey………………………. Ar… ar…Arnold!” (¿?)


Together
             we
                   stand
                             divided
                                         we
                                                 fall…….
                                                               . . . . .
                                                                          . . . .
 
                                                                                       .   .   .  
 
                                                                                                 .     .    
 
                                                                                                             .

LaguNotas Mentales: No todos los artistas famosos, ni todos los famosos son artistas.


¿Quién sabe realmente qué es el arte? ¿En qué radica la importancia de una obra artística? ¿Quién demonios le metió la cabeza a la gente de este país que el arte es exclusivo de las clases con solvencia económica?  Imposible lanzar al aire respuestas a estas preguntas con las cuáles todos quedemos satisfechos y de acuerdo.
Abrir el debate sobre qué es para cada uno de nosotros el arte sería desatar un huracán de opiniones, (algunas interesantes, otras no tanto) que nos tomaría todo el tiempo del mundo y, seguramente, al final, si es que en algún momento terminamos, estaríamos igual o más confundidos.
Naturalmente existen algunas definiciones en común sobre qué es el arte. Algunos dirán que es la expresión de ideas, sentimientos, emociones. Otros pondrán sobre la mesa el concepto de la estética y la belleza. Y entonces empoderados con alcance de las redes sociales desatamos una cacería de brujas despotricando contra todo. Están ahí los que creen que todo el jazz es bueno y todo el pop es malo, por ejemplo. O los jalados de los pelos que graffittean su apodo en las paredes y se cuelgan el milagrito del arte urbano.
Yo encuentro placer en todo lo que en cualquier momento puede desaparecer o terminar. La música arranca y se encarrila, sin que nadie la detenga, a un inevitable final y más me vale disfrutarla mientras dure. Lo mismo pasa con una pintura, el temor de que sea robada, o que al colgarla en mi pared una filtración de humedad acabe con ella me hace apreciarla y valorarla. Yo devoro todo lo que sea placentero y fugaz. No me importa si es arte o no, me importa que hoy está ahí, mañana quién sabe.
Por favor abramos los ojos y nos demos cuenta de que estamos en un malentendido total. Que de una vez por todas entendamos que el problema no está en ser o no ser artista, el problema está en no asumirnos como lo que verdaderamente somos, el error está en la falta de honestidad. No hay nada de malo en ser una máquina de hits musicales que pasarán al olvido, ni hay nada de malo en ser un simple atractivo visual con senos de silicón que llena palenques. Lo malo está en no ser honestos y colgarnos medallas que simplemente no nos pertenecen.
Nadie tiene la verdad absoluta de nada, son ángulos desde los que cada quién ve las cosas y nada más. No soy nadie para pretender encontrar el hilo negro de nada, simplemente aprovecho  el espacio de la cuartilla y media que Kriptón me regala para manifestar un punto de vista personal. Podré no saber qué demonios es el arte, pero de una cosa si estoy seguro: Sé perfectamente qué NO es el arte y no tengo ningún empacho en sentarme a disfrutar una película de terror de Hollywood. Mientras tanto seguiremos jalándonos las greñas eternamente por una simple y sencilla razón, no hemos entendido la diferencia entre ARTE y simple ENTRETENIMIENTO.
 

domingo, 7 de junio de 2015

LaguNotas Mentales: Odio los timbres de los télefonos y tengo una teoría

No están para saberlo, ni mucho menos yo para contarlo (porque hasta pena me da), pero pasé mis años de estudiante en escuelas religiosas. Mi inocente cerebro sometido a agresivos y despiadados coco wash a cargo de los malvados peces gordos del Opus Dei y así. Que quién hizo esto y lo otro, quién es el papá de todo el universo, quién es el principio y el fin: la respuesta invariable à DIOS, DIOS, DIOS.
Recuerdo haber leído “El Mono Desnudo” de Desmond Morris un par de veces seguidas en la primaria. La primera por necesidad, no había nada más a la mano. La segunda por verdadero interés. De ahí se volvió una costumbre meterme en problemas por cuestionar cosas que los sacerdotes no podían responder.
Mis visitas con el psicólogo de la escuela se volvieron cotidianas por andar preguntando que si el hombre venía del mono, Dios hizo a los primeros hombres a su imagen y semejanza entonces Adán y Eva eran changos… y por consiguiente Dios también. A final de cuentas no era culpa mía, sino suya por andarme dejando a la mano los libros de ciencias naturales y la Biblia juntitos y no asumir las consecuencias de su descuido.
Así como la jirafa se hizo de ese alargado cuello después de miles de millones de años de intentar alcanzar el alimento de los árboles, igual el hombre hizo lo suyo para pasar de mono jorobado a ente erguido. Así funciona la evolución y adaptación de las especies. Pero con todo el despapaye Morrisiano/Darwiniano de los changos y el humano no pude evitar analizar a las personas todo el tiempo, aún lo hago.
Y entonces pienso que probablemente llegamos al tope de la evolución y a partir de ahora empezamos el vertiginoso regreso de caminar en dos extremidades a ser de nuevo animales de espalda curva. Para pensar esto hay una poderosa razón: el teléfono celular.
Irónicamente con el paso de los años este aparatejo se ha convertido en todo menos en eso, un teléfono. Ya es cámara fotográfica, computadora, reproductor de música, agenda y bloc de notas. Y para lo que menos lo usamos es para llamadas. Basta con asomarse por la ventana para ver como todo el mundo camina encorvado con la mirada fija en las pantallas de sus celulares. Es altamente probable que usted, mi querido amigo lector, esté leyendo mis palabras en su celular. Y aún más probable que esté completamente jorobado mientras lo hace.
Sin duda los avances tecnológicos son de gran ayuda, pero hay que saber cuándo y cómo. La gente pasa los días enteros esclavizada a sus teléfonos móviles, horas y horas. Paradójicamente este medio de comunicación se ha convertido en el principal medio de incomunicación. Y así nos empuja violentamente a lo que en mi pequeño mundo interior de teorías que a nadie le importan he llamado “La Involución”.

LaguNotas Mentales: ¿2 beer, or not 2 beer? esa es la onda (Una güama con mi nombre)

Uno parecen dos y cuatro se ven como ocho, la vista engaña. Respiración pausada y mente nublada, se olvida lo que conviene olvidar, memoria selectiva. Amarga anestesia que, irónicamente, ayuda a matar la amargura. Pretexto para reunir a los mejores amigos y meterle unos sabrosos cachetadones a los peores enemigos. Lubricante que suaviza y hace funcionar el engranaje social, hasta al más antipático juega. Aliado infalible de la fea que al quinto trago se convierte en Miss Universo. Es la gasolina, el levantamuertos. Hay que saber medir bien las cucharadas. Mientras menos pasado de lanza más diversión y sano esparcimiento.
Si se está vertical el suelo se convierte en gelatina y obligatoriamente hay que zigzaguear. Si el estado es horizontal cama loca le llaman. El ritmo cardiaco baja de revoluciones y la lengua parece tener el doble de su tamaño y peso original… se lengua la traba. Suena el clin clin de las botellas en la hielera y el psssst del gas escapando del envase al abrirse.
Todo aquél que tenga un espumoso buche de cerveza en la boca se pronunciará a favor de ir por el siguiente six. Ya lo dijo Benjamín Franklin: “La cerveza es la prueba de que Dios existe y quiere que seamos felices”. Como amante de la espumosa bebida, ya mencionada hasta el hartazgo, aplaudo todas las genialidades que giran alrededor de ella. Las grandes campañas publicitarias de cerveza, por ejemplo (como si el sabor y su efecto no fueran publicidad suficientemente contundente). La cerveza es una joya de la humanidad, pero cuando este tipo de sublimes inventos se combinan con la creatividad surgen entonces verdaderos diamantes.
Se cumplen ya 55 años de que un ente tocado por Dios propuso lanzar al mercado una botella de cerveza tamaño familiar y de color ambar, para que el sol no alterara el producto. Corría el año de 1960 cuando la caguama invadió las tienditas de la esquina y poco a poco se fue abriendo paso a las tiendas de autoservicio. Bendito sea el Grupo Monterrey y la Cervecería Cuauhtémoc-Moctezuma, compañía que le dio el voto de confianza al caguamón de 1.2 lts que conocemos hoy en día.
Ninguna otra presentación de cerveza en el mundo retrata la democracia como lo hace la caguama, aquí todos parejos, a todos nos toca. Se rola de mano en mano con el beer-mate sin temores ni pudores. Tus babas, mis babas, a quién le importa. Mucho bla bla bla y poco glu glu glu. Salud, cheers, prost aquí y allá.
En cierta época la caguama fue considerada un producto para consumo de la clase popular, pero hoy en día se ha posicionado en el gusto de la gente sin importar su clase social. Pasa como con la tortilla, ya no respeta clase ni género, es consumida por todos los niveles de la pirámide social.
En el tunel mental, que cada vez está más telarañoso y borrosón, logro recordar grandes momentos acompañado de una caguama. Toquines, cumpleaños, ligues, etc. Nada comparado con ese primer trago que resbala coquetamente enfriando las entrañas, se dispara en el cerebro la señal de que con caguama en las venas nada puede estar mal.
Como todo lo bueno en la vida habrá detractores y prohibiciones. En las tiendas el límite de venta son las 11PM ( en algunos lugares como San Pedro en Monterrey a las 8PM ya es imposible conseguiras), en bares marcando el reloj la 1AM comenzará la sequía. Sobran los chupacabras que alegarán que los problemas de alcoholismo de los jóvenes en México son alarmantes, satanizarán la cerveza hasta el cansancio. Creo que el verdadero problema no radica en el producto en si, sino en la responsabilidad con que se consuma. Sólo como un dato, la revista Times lanzó un artículo el mes pasado donde revela que el alemán promedio consume alrededor de 260 litros de cerveza al año, mientras que el mexicano bebe entre 100 y 150 litros anuales. Alemania fue, es y seguirá siendo un país primermundista por los siglos de los siglos sin que su consumo de cerveza, a pesar de ser elevado, se lo impida.
Por eso y muchas cosas más propongo que brindemos por el 55 aniversario de la reina, de la causa y la solución de todos los problemas, de mi cougar favorita: ¡La caguama! Siempre es momento de una Duff, de una XX, una Corona, una Victoria o una Carta. Que no le digan, que no le cuenten mi estimado lector: ¡La vida es bella y vale la pena brindar por eso!

martes, 21 de abril de 2015

LaguNotas Mentales: La culpa la tiene Peña Nieto

 
 
 
El ser humano puede navegar únicamente a lo largo y ancho de tres zonas, cada una de ellas con límites perfectamente marcados que la diferencian de las demás. La primera es la patología, área en la que la persona no se da cuenta de que su entorno está enfermo, y por consiguiente él también lo está. El mundo a su alrededor puede estarse cayendo a pedazos y él no lo notará. Está acostumbrado a estar jodido (en todos los sentidos), no conoce un estado diferente a este y piensa que así es como debe ser.
El segundo espacio es la mediocridad. En esta zona, por alguna razón, la persona se percata de que las cosas no marchan tan bien, que hay algo podrido que está afectándolo pero no hace nada para remediar la situación. El mediocre sabe que hay problemas y puntos específicos qué atacar, pero no lo hace por temor a abandonar la zona de confort que otorga la mediocridad. Estas personas suelen ser una enciclopedia interminable de pretextos, siempre hay una carta bajo la manga que los libra de sus responsabilidades.
La última zona en la que el ser humano puede surcar es el éxito. Para llegar a este nivel el individuo debe haber pasado por los dos anteriores. En algún momento se percató de que estaba sumergido en la patología, al darse cuenta de esto pasó automáticamente a la mediocridad y al llegar a ese punto decidió hacer algo para remediarla. Los que toman esta decisión son los pocos.
Existe el éxito social y el éxito personal. Hay sujetos con un éxito social desbordado, pero que por dentro están destruidos, es decir, no tienen ni pizca de éxito personal. Michael Jackson, Britney Spears, y muchos otros personajes de la farándula mundial pueden servirnos como ejemplo. Personas que aparentemente tienen el mundo a sus pies pero darían lo que fuera por tener un poco de paz interior.
Desde mi muy particular punto de vista, y pasando de lo general (raza humana) a lo particular (sociedad mexicana), creo que nuestro país está atascado en la mediocridad. No somos pendejos, entendemos qué hay cosas mal. Algunas veces sabemos hasta nombre y apellido de los causantes de estos cánceres sociales. Ante esto nuestra reacción normalmente apunta hacia dos direcciones. Puede ser la indiferencia, saber que hay broncas de raíz, saber que el gobierno está lleno de ratones, saber que aquellos que tienen como enmienda cuidar a la población son los mismos que abusan de ella. A pesar de ya no tener la venda en los ojos deciden mostrarse indiferentes.
La segunda reacción común es la de aquellos que cargan la bandera de la falsa rebeldía. Saben de los problemas que corroen a la sociedad, suelen levantarse y verse cara a cara contra el sistema. El único error es que lo hacen cayendo en una gran incongruencia. Piden respeto ante sus derechos dañando el de los terceros. Salen a manifestarse bloqueando calles sin importarles a quién puedan afectar. Realizan actos vandálicos cobijados con su falsa sed de justicia.
Causa de esto puede ser el concepto erróneo que tenemos de rebeldía. Rebelde es aquél que rema contra corriente, que no acepta lo que se le ordena. Rebelde es el que es difícil de controlar porque no obedece a lo establecido. A esta definicón me permito agregar lo siguiente: Rebelde es aquél que no repite patrones, hace una introspección, detecta su patología, ataca los puntos necesarios para no estancarse en la mediocridad y alcanza el éxito .
El hijo de padre y madre alcohólicos que escuchan rock seguramente repetirá ese patrón, pues desde niño no conoce nada más que esa realidad (no es mi intención generalizar, no todos los que escuchan rock son alcohólicos, ni todos los alcohólicos escuchan rock. Simplemente pretendo aterrizar ejemplos). El niño va a crecer, empezará a escuchar rock, un buen día tomará su primer cerveza y ese será su pasaporte a un desbordado alcoholismo, igual al de sus padres. Ante la sociedad un individuo como este encajaría perfectamente en el concepto de “rebelde”. Para mi no es así. Este niño sería el más mansito, domable y lanudo de los borreguitos. No tuvo el valor para ir en contra del patrón que su familia le dictó. En todo caso, un rebelde en esta familia sería un niño nerd. Alguien que detectara la patología de sus padres y decidiera darle un giro de 360°.
Queda claro entonces que ser rebelde implica cosas y acciones muy diferentes en cada caso. Todos tenemos historias muy distintas, por lo cual para navegar con bandera de legítima rebeldía debemos llevar a cabo acciones muy variables.
Retomando el concepto particular del mexicano podemos decir que los verdaderos rebeldes son aquéllos que toman la patología mexicana (por llamarlo de alguna forma) de “Estamos jodidos, pinche gobierno” y deciden hacer algo al respecto con sus vidas para romper ese patrón de mexicano jodido y agachón.
Rebeldes mexicanos son entonces personas como Guillermo Gonzáles Camarena (Inventor de la TV a color), Luis Ernesto Miramontes (creador del primer anticonceptivo oral) y una lista interminable de compatriotas que antes de tirarse al piso y lamentarse de su situación decidieron triunfar. Todos aquellos que están justo ahora bloqueando alguna calle con una pancarta en contra de lo que sea son sólo simios que no entienden a dónde van. Repiten el patrón del ciclo de vida del mexicano (no de todos, pero desafortunadamente de la mayoría): Nace en la patología, crece en la patología, se reproduce en la mediocridad, se queja de ella hasta que envejece y entonces muere, marcando así la pauta que seguirán las generaciones venideras por años, décadas, siglos. Así que elija una de las siguientes dos frases, repítala mentalmente como si se tratara de un mantra y adóptela como su única e irremediable realidad:
  1. La culpa es de Peña Nieto.
  2. Con AMLO estaríamos mejor.

LaguNotas Mentales: Sol infame, Chaneque maldito


 
 
 
 
Si me pides que hablemos de vampiros debemos hablar entonces de todas las fuerzas ocultas de la naturaleza, desde las más profundas hasta las más poderosas. Todas unidas en una única y monstruosa forma”.
-Bram Stoker-
Los rayos ultravioleta se cuelan por las orillas de las ventanas, van tostando la piel de la gente, pintura de autos y todo lo que se cruza en su camino. Convierten el asfalto en un comal ardiente. Pareciera que los perros van brincando como chapulines mientras buscan poquita sombra para alivianarse.
Cae la primavera y así, sin decir “agua va”, el termómetro se dispara. Para este martes, miércoles y jueves una racha de 29°C. Para el viernes se pronostica una máxima de 32°C. Me armo de valor, sigo caminando. Voy mentando madres a diestra y siniestra. Embarrado de bloqueador solar de pies a cabeza. La gorra y lentes oscuros como escudos.
Bienaventurados los veladores, las teiboleras y los taxistas del turno nocturno. Bienaventurados aquellos que ya están 7 metros bajo tierra, bienaventurado también Batman y todo aquél que no tiene que sufrir los estragos de los rayos del sol. Es el calor que ya chamuscó el cerebro dentro de mi cráneo, o quién sabe qué onda: 11:11, que el mundo entero se convierta en una pinche movie de Tim Burton y ya, en la sombrita por siempre… vampiros todos.
Pero si Bram Stoker reviviera quién sabe qué pensaría al darse cuenta de que los vampiros ahora aparecen como galanes en las pantallas de cine y manejan autos deportivos, que en los 90’s un luchador se trepaba al cuadrilátero a hacer payasada y media bajo el pseudónimo de “Vampiro Canadiense” y que ahora existe algo llamado Facebook donde cualquier insolente se autobautiza como “Vlad Nosferatu Infernalis”, aunque su nombre real sea Juan Jiménez.
El mito del vampiro de antaño totalmente caricaturizado, rebajado, abaratado, pisoteado. Nada que ver con aquélla escabrosa y ojerosa figura de aliento fétido, uñas largas y piel seca. Bienvenido al siglo XXI. Por más resistencia que yo ponga, las cosas cambian y ni modo.
Caigo en cuenta de que, a pesar de todo esto, aún quedan algunas tenues pinceladas del viejo vampirismo en nuestro día a día. Porque tan vampiro es aquél ebrio aferrado que no para la parranda hasta que ve que el astro rey ya asomó el copete como aquélla cougar que succiona (literalmente) vida del cuerpo de su joven amante. Vampiro es también el chavo-ruco que googlea las listas de popularidad con los hits del momento, evitando así convertirse en polvo y morir escuchando a los Enanitos Verdes y Los Hombres G por toda la eternidad.
Acelero el paso mientras mi cara toma un tono rojizo. Seguramente mañana se despellejará y dos días más tarde volverá a tomar su habitual bronceado de funeraria. Me resigno entonces a ir a la cama noche tras noche viviendo en un mundo en el que el euro y el dólar le escupen al peso en la cara, se nos está acabando el agua, hay crisis ecológica/ambiental y, no conforme con eso, los vampiros aparecen sonrientes hasta en las envolturas de los chicles.

LaguNotas Mentales: ¿Ahorcado o fusilado?

 
 
 
 
Mi cuerpo horizontal, totalmente inmóvil. No sé quién soy, ni me importa. Sepa qué día es… de la hora mejor ni me pregunten. Los ojos lagañosos empiezan a moverse perezosamente mientras abandono las profundidades del sueño REM para pasar al sueño ligero y de ahí dar el brinco al sabroso adormilamiento. La agenda mental empieza a funcionar lentamente: Hoy hay que hacer tal y tal y tal, ver a fulanito, pagarle a sutanito, no contestarle el celular a perenganito. Los párpados se abren como persianas, lerdos… pausados. Me estiro, me truena todo y viene la lluvia de encrucijadas: ¿Café y chilaquiles o cereal con leche? / ¿Pijama un rato más o me baño en friega? / ¿El Mañanero con Brozo o Primero Noticias con Loret? / ¿Neta me levanto o de plano me hago pato hasta las 12?
Y así, la vida entera está llena de decisiones que hay que tomar obligatoriamente.. Hay A o B, si nos va bien a veces también tenemos C o D. La onda es que siempre hay que elegir y entre más rápido mejor. Naturalmente algunas de las elecciones que se nos ponen de frente son más importantes que otras.
Hoy me desperté con la noticia del torneo de golf que el colectivo “Vida Sobre Ruedas” organizó en los baches que hay en la capital potosina. Moraleja: Si ya se la sándwich mejor no la haga de tos, tómelo por el lado amable. Había de dos sopas, seguir haciendo rabietas por el bacherío o relajarse y echar golfito. Pues mejor la segunda. El problema no es problema, el problema es cómo reaccionamos ante el problema… ¿no? Yo solito me entiendo, pero la idea es esa. Lo que ves es lo que hay, las quejas y los lloriqueos no solucionan nada. Un poquito pesimista, un muchito realista.
Y bueno, en cuestión de las elecciones venideras en nuestro estado creo deberíamos aplicar la misma. No suelo opinar sobre temas de política por dos poderosas razones: Uno, no soy especialista en el tema. Dos, me vale madre. Pero es inevitable emitir un punto de vista ante el bombardeo mediático al que estamos siendo sometidos con la finalidad de que todos votemos.
Siempre he considerado la democracia mexicana como un chiste de muy mal gusto. Que el pueblo tiene el poder de decidir cuál de los candidatos se queda con el hueso es cierto, que más vale informarse y hacer efectivo nuestro voto antes que anularlo también lo es. Pero de qué sirve tener ese “poderío” en nuestras manos cuando cualquiera de las opciones nos encamina al matadero.
¿Prefiere morir lento o rapidito? ¿Tiro en la cabeza, silla eléctrica o cámara de gas? Ánimo mi querido ciudadano, usted tiene el poder de elegir.
Surge entonces la alternativa de las candidaturas ciudadanas y todo se convierte en un circo. El Payaso Lagrimita por la alcaldía de Guadalajara, Cuauhtémoc Blanco por la de Cuernavaca, Quico “Cachetes de Marrana Flaca” Villagrán amenaza por lanzarse en Querétaro. Evidentemente ninguno de estos candidatos ciudadanos tiene la más mínima posibilidad de éxito. El INE reparte el 70% de los tiempos aire de las campañas políticas a los partidos establecidos. Tan sólo el 30% restante está disponible para estos pintorescos personajes que empuñan la ilusa bandera del poder ciudadano. Viendo la estadística desde otro ángulo, el candidato ciudadano (en caso de ser el único en la contienda electoral) cuenta con tan sólo 2 anuncios contra 98 espacios para los partidos políticos establecidos.
En pocas palabras el candidato ciudadano es un bufón con el pastel de crema embarrado en la cara antes de que se abra el telón, salen del vestidor a jugar con marcador de 5-0 en contra y por más carisma que tengan la realidad es que están bien fritos.
Por otro lado, tengo que aceptar que ver a un payaso y un futbolista en la lucha electoral me pone de buenas. Y entonces, igual que los golfistas del asfalto, mejor reír que llorar. Me pongo cómodo en la sala y con unas palomitas acompañadas de un buen chesco atascado de hielitos me chuto el carnaval, sale bye.

LaguNotas Mentales: Jirafa-lobo•Gato-huachinango



No esperar nada de nada ni de nadie. Para muchos puede ser igual a caer en el conformismo, yo no lo creo así. Hay ciertas cosas y personas en la vida que nunca van a cambiar y si pasamos nuestra existencia esperando a que lo hagan estamos fritos. Ni el perro aprenderá a lavar ropa y trapear la casa, ni el compañero de trabajo que siempre llega 40 minutos tarde llegará temprano mañana, ni el marido borracho/golpeador milagrosamente se convertirá en un príncipe azul. Se llama ajuste de expectativas, inmunidad ante la frustración.
Así me pasó en la infancia con las promesas sobre cómo se supone que sería el futuro. La culpa la tienen los Supersónicos, Volver al Futuro (I, II y II) y en parte también Futurama y Terminator (I y II sobre todo, las demás ya me agarraron más trucha y menos manipulable).
Llegó el año 2015 y hasta el momento los autos siguen rodando, a ninguno le ha dado por volar. Tampoco llegó el Apocalipsis ni se cumplieron las profecías mayas. Todavía no logramos teletransportarnos, ni viajar en el tiempo. Si bien es verdad que la tecnología ha avanzado a pasos vertiginosos, la neta es que con todo lo antes mencionado el futuro me sigue quedando a deber.
Está bastante chido tener todo lo que queramos a nuestro alcance. Tenemos al mundo en la palma de nuestra mano. Quiero algo, lo googleo, lo tengo… quiero algo, lo googleo, lo tengo… y así las veces necesarias, sin broncas. Puedo comunicarme, casi sin gastar un centavo, con chinos, gabachos, europeos y bla bla bla. Pero hay un tope en el que uno se acostumbra y llega el hartazgo, luego el aburrimiento. Todas estas maravillas del futuro se convierten en cualquier cosa menos sorprendentes.
Me considero de esos especimenes en peligro de extinción que aún se enteran de lo que pasa en el mundo por medio de los periódicos impresos. Y, honestamente, es muy raro que una noticia me sorprenda. Cambiarán los protagonistas, pero siguen siendo los mismos cuentos de toda la vida. Pero hoy tengo que aceptar que una noticia en particular me hizo abrir los ojos búho y me devolvió un poquito la esperanza de reconciliarme con el concepto de un futuro apantallante: “Confirmado por científicos italianos: Primer trasplante de cabeza en un ser humano programado para el año 2017”.
Había leído sobre el primer trasplante de cara y, aunque me sorprendió, no me voló la cabeza como esta noticia. Empezó entonces el rush de cuestionamientos internos. No creo que sea posible, y si lo es quién sabe si la persona conserve su esencia e identidad, no sé tampoco si sea ético. Entonces recurrí al “lo googleo, lo tengo”. Fui al buscador y después de teclear “trasplante de cabeza” me encontré con un mar de información acerca de los experimentos realizados al respecto.
Para mi sorpresa, en los años 40’s vivió un ruso loco llamado Vladimir Demikhov que experimentó trasplantes de cabeza en perros. En los 60’s el sudafricano Christian Barnard realizó un trasplante de cabeza en primates y fue exitoso.
No sé si la posibilidad de hacer esto en el ser humano exista o si se trate de una noticia que años después no será más que un chiste de mal gusto, pero tengo que aceptar que leer esto me devolvió las ganas correr muy rápido para pisarle los talones al futuro y ver qué es lo que nos depara.
Vivo un buen porcentaje de mi existencia en los pantanosos terrenos de la fantasía, como todo buen piscis. Poblar al mundo de caballos con cabeza de lagarto, coyotes con cabeza de puerquitos o hacer graciosas combinaciones de cuerpos de bebé con cabezas de anciano. Sé que no hay ser humano con los medios ni el conocimiento para poder lograrlo, pero imaginar la infinidad de posibilidades de lograrse el transplante de cabezas me hizo tener, una vez más, la esperanza de un futuro si no mejor de perdis menos aburrido.

4 FREE 4 EVER.

LaguNotas mentales: 4 free 4 ever

Debería haber un gran almacén en el mundo donde el artista pudiera llevar sus obras y desde el cuál el mundo pudiera tomar lo que necesite”.
- Ludwig Van Beethoven-

Si es usted modelo ochenta y tantos o le tocó ver la luz en los ya lejanos 90’s seguramente recuerda aquél banquete cibernético llamado Napster, primera gran red para compartir música en mp3 de manera gratuita. Su duración fugaz, de no más de dos años en servicio, fue suficiente para revolucionar la forma en que se distribuye y consume la música. Ya encarrilados con el toma y daca sin pagar un centavo intentaron quitarnos el pastel de la boca, pero el daño estaba hecho. Como aquella filosofía callejera del dealer aplicada a futuros junkies: “Va de a grapa la grapa (pero sólo la primera), la casa invita”. Así nos pasó, igualito, ya estábamos enganchados.
Nos dieron a probar las mieles de la música gratuita y una vez que los dinosaurios de la industria pegaron el grito en el cielo ya no había mucho que hacer. Napster cerró sus puertas pero vinieron otros más (Kazaa, Lime Wire, Ares, etc) a alimentar la cultura del “for free” en los melómanos.
Es una realidad que aquél fenómeno de finales de los 90’s le dio en la torre a la industria discográfica, mas no a la musical. Hoy en día resulta utópico pretender vivir de vender álbums y el pez gordo son las presentaciones en vivo. El disco, como objeto físico, ha pasado a ser simplemente una tarjeta de presentación: Esto es lo que hacemos, si te late nos vemos en el toquín.
Ya nada se acercará ni tantito a aquellos años 80’s en los que las disqueras se llenaron de billetes los bolsillos. A la industria discográfica le tendrá que caer el veinte de que el mainstream ha desaparecido y que hoy los consumidores, al tener todo al alcance de un clic, han asumido el rol del filtraje de calidad. Es el escucha el que decide qué es lo que suena o lo que no. Aunque iTunes y Spotify vinieron a calmar un poco las aguas en los 2000’s la realidad es que aquello que decida escuchar el consumidor, aferrado al efecto Napster, lo hará barato o de preferencia gratis.

martes, 3 de marzo de 2015

NA’MÁS ESTAMOS CONFUNDIDOS, SI... ¿NO?


 

 

Del contexto en que se aplique depende si son flores o navajas. Ese verbo utilizado por el mexicano para una enorme cantidad de fines dependiendo del tono en que se use. Chingar como molestar (¡Deja de chingar!), como muestra de superioridad (¡Te chingué!), como resignación (Mhh que la chingada...) y a veces hasta como válvula de escape ante situaciones desafortunadas (¡Chingada madre!). Y así podemos enumerar una lista infinita de posibles escenarios, pero hay uno en particular que merece ser analizado con detenimiento: Chingar como referencia al trabajo. Y no lo digo yo, lo dice Ma. Del Pilar Montes en su célebre “Chingonario: Diccionario sobre el uso, reuso y abuso del verbo chingar”.

Es el pan de todos los días ver al menos a una persona fruncir la boca, torcerla un poco hacia un lado, mirar hacia arriba dirigiendo los ojos a la derecha y después de un chasquido de lengua soltar, con acentuado hartazgo, la cantaleta eterna: -Mch... ni pedo, a chingarle. Como si hablar de trabajo fuera hablar de la peor de las maldiciones, de esas lapidarias que condenan a pueblos enteros por los siglos de los siglos.
Por otro lado, la mentalidad cangrejo y los sabios dichos del abuelo (“Mijo... si tu cabeza sobresale de la del resto, por la razón que sea, espera más mentadas de madre que aplausos) me refunde aún más en el dark side del asunto. Chinga al prójimo, el que no tranza no avanza y otras cuantas barbaridades individualistas de nuestra sociedad. Tristemente no son pocos los que piensan que para estar bien el otro tiene que estar mal.
Ya encarrilado me atrevo a soltar al aire la teoría de que en el momento de la creación (lo que sea que esto signifique) a Dios (quienquiera que ese sujeto sea) se le olvidó ponerle al mexicano el gen del trabajo en equipo. Ejemplos puedo dar los que me pidan y no me dejarán mentir. Desde nuestros años de escuela los trabajos en equipo se repartían entre los integrantes para hacerlos individualmente... “Psss cada quién su parte y lo juntamos mañana ¿no?”.
En el deporte somos potencia en disciplinas individuales (tae kwon do, clavados, atletismo) y fans aferrados de la disciplina en la que más perdemos, o mejor dicho en la que nunca ganamos: el fucho, ¿macabra coincidencia?
Pareciera que estamos atados de manos y pies, condenados a soltar bilis quién sabe por qué y contra quién, resignados a la eterna confusión de por qué nada cambia y de plano seguimos y seguiremos en las mismas. Qué debemos hacer, para dónde caminar, ¿Ya chingamos, nos chingamos o le chingamos? Sabe.
 
 

 

lunes, 23 de febrero de 2015

LAS SOMBRAS DE (SASHA) GREY V.S. LA MOCHIZA MEXICANA.

Resulta curioso que “50 sombras de Grey”  hiciera fruncir la boca a los defensores de las buenas costumbres hasta que se dio a conocer que se llevaría a la pantalla grande. La novela de la inglesa E.L. James fue lanzada hace cuatro años en nuestro país por la editorial Grijalbo, y a pesar de causar ruido no fue hasta febrero de este año que mochos y mochas, por igual, se retorcieron como lombrices con sal. El largometraje se mantuvo como trending topic en Twitter por 10 días (ayer fue desplazado por Birdman) y se vino la lluvia de estados de facebook con opiniones sobre filme.
El revuelo causado por la película, y no por los libros, cobra cierto sentido tras darse a conocer los resultados de la Encuesta Nacional de Lectura (ENL), presentada dentro del marco de la 1ª edición de la Feria de Libros y Revistas en el World Trade Center de la Ciudad de México. Los resultados arrojados por la encuesta revelaron que en nuestro país cada ciudadano lee  2.6 libros al año, cifra con la cuál al mexicano promedio no le alcanza para haber leído la trilogía completa de la polémica E.L. James.
También se expuso que en nuestro país la lectura sigue siendo un asunto meramente educativo, que tan sólo el 39% de los mexicanos declaró tener el hábito de la lectura, 1 de cada 2 hogares tiene entre 1 y 10 libros (que no son escolares) en casa y algunos aceptaron tenerlos solamente como parte de la decoración. Además el 35% de los mexicanos mayores a 12 años dijo no haber leído un solo libro en su vida y el 40% de los encuestados nunca había puesto un pie en una librería o biblioteca.
No es de sorprenderse entonces que “50 Sombras de Grey” causara tanta efervescencia hasta que la mayoría de la población mexicana tuvo acceso a esta historia por otro medio que no fuera el de la lectura: masticadito y en la boca.
 
La doble moral mexicana ahora tiembla y escupe culebras pues Editorial Grijalbo vuelve a poner
el dedo en la yaga. La semana pasada se anunció el lanzamiento de la 2ª edición de “Sociedad
Juliete”, novela erótica escrita por la ex estrella del cine porno Sasha Grey. Y aunque la nueva edición del libro no representa gran amenaza, la mala noticia para los persignados es que esta vez la novela de la joven de 26 años, que también toca temas sobre sadomasoquismo, orgías y prácticas sexuales extremas, vendrá acompañada de un DVD con material explícito. En caso de que el libro pase desapercibido, que es prácticamente un hecho, el material visual seguramente se volverá viral en las redes sociales. La página oficial de Saha Grey en facebook tiene 2, 966, 258 likes y al teclear su nombre en Google el buscador arroja 20,100,000 resultados entre material pornográfico, noticias sobre la presentación de la novela y algunas colaboraciones musicales de la norteamericana como DJ y figura principal en videoclips de artistas como Eminem. Mochiza en plena chiripiorca, les llueve sobre mojado y ahora si que ni para dónde hacerse, mejor sentarse a aguantar los cachetadones.
 
 

lunes, 26 de enero de 2015


 

25 de abril de 2014, Plaza de Fundadores.

 
Ha pasado exactamente una década desde el lanzamiento de aquél experimento llamado “Tocar el Cielo”. La banda cumple 10 años de vida, mismos en los que se ha estirado y aflojado, ha mutado, evolucionado... explorado.
En la tarima Nicotina se encarga de abrir la noche, en el backstage Dellag Duffers se prepara para subir y dejar el escenario listo para que se cristalice el trabajo de años.
La Plaza comienza a nutrirse de cabezas de todos tipos, algunas bastante familiares, de esas que vienen acompañando la peregrinación desde los años de Karma/Naguales. Otras muy nuevas, de edad que generacionalmente se antoja imposible que puedan identificarse con el sonido de la banda.
Uno a uno van cubriendo la explanada, desde el escenario la lluvia no permite distinguir la última hilera de personas que queda al fondo. La banda atraviesa por una muda de piel más. Marco Pérez justo acaba de colgarse el bajo y se integra definitivamente al equipo. Por ahora sólo acompaña a David y a Daniel, es la primera vez que el grupo se encarna en un trío.
Llega el momento de subir, se apagan las luces y por primera vez el material de “De Vida o Muerte” llega en directo a los oídos del público. La banda, siendo fiel a su naturaleza de taller creativo abierto, se apoya en Tonio Ruíz, Sergio Aguilar, Fer Charó, Gus Santana, Daniel Villareal, David Rojero y Patrick Dibildox.
Se cierra un ciclo, fueron años de planeación y lluvias de ideas, de búsqueda y de preparar el terreno para llegar a este momento. Quedan nublados en la memoria los lejanos 90’s de aquellos míticos Naguales que pisaron Europa y que al paso de los años trazaron el camino para que David Juárez comenzara con la historia, que aún se escribe día a día, de este proyecto que se llama Los Shamanes.
Todas las luces apagadas, la percusión hipnótica de “Ollín” rebota en las paredes de los edificios que rodean la Plaza. La oscuridad es interrumpida parcialmente por algunas pantallas de celulares encendidas y flashes  intermitentes. Es un minuto de plastilina, se estira y parece durar una eternidad.
La guitarra de Fernando Charó cercena el silencio y “Despierto y Sediento” llega por primera vez  a oídos de los que tal vez no habían nacido aún cuando “Tocar el Cielo”, álbum debut de Shamanes, fue grabado.
Fue en 2003 cuando David Juárez decide tomar un nuevo camino, después de pertenecer a Naguales, proyecto que abrió muchas puertas para las próximas generaciones de bandas de rock.  Se lanza el primer material discográfico de Shamanes bajo la producción de Abraham Juárez, hermano de David y baterista de Naguales. Colabora él mismo grabando las baterías, percusiones y armónica en el disco.
La lista de colaboradores que plasmaron su música en la grabación del primer disco es enorme. Emmerson y Ram Irurzo, Hugo Noyola, Martín Tejeda, Geras Miramontes y Fer Charó, el mismo que una década más tarde está plantado en el escenario a cargo de la guitarra.
Una vez más la lluvia comienza a caer sobre la gente que espera escuchar el nuevo material de la banda. Llega el turno en el setlist de “Con Este Miedo de Mi”, canción que por fin ve la luz después de estar en el cajón durante años. Se trata de un tema cuya letra trabajó David Juárez, y no fue hasta el 2011, con Aarón Robledo en la guitarra, Juan Yáñez en el bajo y Daniel Tristán en la batería,  que se concretó la idea musical. Sube Toy, de Agente 33, al escenario y acompaña a Shamanes con el rap que levanta la mano y se perfila como himno de aquellos que son señalados por la sociedad.
Para cuando comienzan las primeras notas de “Cicatrices” es cada vez más el número de escuchas frente al escenario. Probablemente sea el tema más emblemático del grupo, mismo que fue tocado en vivo por primera vez en el 2004, teniendo como alineación a los Cossío. Meses más tarde nuevos músicos encarnarían a Shamanes. Gerardo Sánchez, Beto Báez e Isaac, quién sería remplazado por Juan Viveros en el 2005. “Cicatrices” vibra al unísono en las gargantas del público. Fer Charó enciende un cigarro más para ceder la guitarra a Gus Santana, ex guitarrista de Ángeles del Infierno y 3er Acto, productor también del nuevo disco de Shamanes. Daniel Tristán cede la batería a Lalo Carrillo de Ágora.
En el camino se conoce a los amigos. Han sido muchos kilómetros recorridos, días de ir y venir. Parece muy lejano el año 2012, mismo en que se lanzó el homenaje al rock mexicano “Por Los Buenos Tiempos”, material que cruzó los caminos de Gus Santana con David Juárez al grabar “Dímelo”, tema original de la banda Isis. Esta mancuerna desembocó en la producción de “De Vida o Muerte”.
Lalo choca las baquetas para marcar el tiempo del tema homónimo del disco y las luces penetran las pupilas de los que agitan sus puños en el aire. La primera vez que “De Vida o Muerte” fue tocada en vivo fue en el 2011, durante la presentación de Shamanes junto a Mago de Oz en la Plaza de Toros Fermín Rivera. La guitarra de Gus Santana hace vibrar la Plaza, sigue entonces “La Tierra Está Llorando”, “Mirando Mis Pasos” y “Lady Moon”, tema que había aparecido ya en un EP grabado por la banda durante el 2007 y que fue reversionado para incluirse como power ballad del nuevo álbum. El tema llegó a cientos de personas en aquella emblemática presentación de Shamanes en los 20 años de Rockotitlán teniendo como escenario el Zócalo de la Ciudad de México.
El ocaso del show trae consigo a Sergio Aguilar que interpreta “Hora Cero” y Extinción”.  No es la primera vez que Shamanes pisa el mismo escenario que él. Caen como ráfaga recuerdos de los shows compartidos con Ágora y aquella presentación del 2011 junto a Maligno y Rata Blanca. El sube y baja de acordes llega a su recta final cuando Daniel Villareal toma el bajo y “Tibia Noche” es acompañada por la lluvia . El último en desfilar sobre la tarima es Tonio Ruíz de Coda/QBO, mano que masterizó “De Vida o Muerte” y que se encarga de tocar el solo de “Lento y Sin Freno”, primer sencillo del álbum.
Otros nombres como Yolanda Bear, Orlando Cardona, Alex Castillo, J.C. Guiza, Poncho Herrera, Alex Puente, Ana y Beto Báez han abierto el camino para concretar el sueño de Shamanes. Está por cerrarse un capítulo más que servirá como catapulta para muchos más que están por escribirse.
David empuña el micrófono mientras su garganta lanza los versos de “Morir Es Posible”. Un árbol sediento, extendiendo raíces, buscando respuestas. Se integran Riko ocampo en la guitarra y Alex Villaseñor en los teclado para que Shamanes siga el camino de la indagación, de la introspección y la exploración que le dará sentido a sus próximos pasos.