SLAM!
"Kick your friend in the head and have a ball.
C’mon and do the toxic waltz, slam your partner against the wall”.
Exodus-The Toxic Waltz.
Antes la gente prendía encendedores en los conciertos. Lo de hoy es
chingarte la batería de tu celular presionando cualquier tecla para mantener la
pantalla encendida. Movimientos suaves de izquierda a derecha, como saludo de
Miss Universo ¿no?
Pagué mil doscientos veintimocos por el boleto, otra lana más por el
viaje ida y vuelta y desembolsé mis últimos centavos en la taza y la yera del
recuerdo. Volteo arriba, volteo abajo, volteo a todos lados, le tomo más a la
chela y nada. Cuesta aceptarlo pero hoy los astros no se alinearon y
oficialmente estoy aburrido.
Por más fan que soy de la banda que está
en el escenario las cosas a veces son bastante predecibles. Ahí viene el solo
de guitarra, allá en el aire va volando el agua de quién sabe qué, ahora todos
gritamos eufóricos cada vez que un miembro de la banda dice el nombre de
nuestro país y mientras no se encienda el alumbrado del lugar segurito la banda
regresa a tocar una o dos rolas de encore.
En fin, todo mal hasta que de pronto
¡zaz! madrazo en la nariz, ¡pum! codazo en el estómago, ¡vérgatelas! pisotón,
jalón de orejas, cachetada, tope borrego... se armó el slam. La situación se
pone ruda y lucho por mantenerme de pie entre un mar de sudor, babas y otros
fluidos corporales no identificados.
El ritual de brincos,
zancadas y manotazos me alegró la noche. Me sentí parte de un “toma y daca” de
energía que iba de los integrantes de la banda hacia la audiencia y luego de
regreso al escenario. A la mañana siguiente todo duele y mi cuerpo está lleno
de manchas moradas. Por pura curiosidad googleo “slam” y aparece ante mis ojos
una cascada de información que me ayuda a comprender mejor las raíces de esta
violenta danza moderna.
ORIGENES Y CROSSOVER DEL UNDERGROUND A LAS
MASAS.
El slam consiste en moverse frenéticamente mientras una
banda toca en vivo. Puede ser individual aunque la mayoría de las veces se hace
en grupos, que pueden ir de tres o cuatro personas hasta cientos o miles en
festivales masivos. Para hacer slam no es necesario saber bailar ni tener
ritmo.
Dependiendo del país en
el que te encuentres se le llama de manera diferente. Supongamos que andas por
las pampas en un toquín de Catupecu Machu, agarras vuelo y te lanzas al
remolino de “ches”, quienes le llaman a esta divertida práctica “pogo”. En caso
de que hayas brincado el charco y estés en España lo más correcto sería
llamarle “salto”. Y si eres uno de esos suertudos que se lanzan al gabacho a un
Ozzfest los gringos seguro no te entenderán ni pio si les propones armar el
slam. A ellos tienes que pedirles que hagan “mosh pit”.
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Sid: Presunto Culpable.
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Sobre los orígenes del slam hay chingomil
teorías, pero no existe información suficiente para confirmar cuál de todas es
la verdadera. Una de las versiones más populares le atribuye la invención de
esta danza al legendario bajista de los Sex Pistols: Sid Vicious. Cuenta la
leyenda que el inadaptado músico estaba en el toquín de una de sus bandas
favoritas, mucho antes de que él fuera un ícono del punk. El grupo estaba
tocando al nivel del piso y entre toda la bola Sid no veía ni madres, así que
empezó a empujar a todo mundo y a brincar hasta llegar a la primera fila. Esta
versión tiene lógica y muchos la manejan como la oficial. La neta es que no hay
ningún registro que nos de la certeza de que eso sucedió en realidad, y para
cuando a alguien se le ocurrió
averiguarlo el buen Sid ya estaba más que muerto. Tristemente todo quedó en una
interesante historia que pasó de boca en boca.
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FEAR: Primer slam en cadena nacional. |
Hay una segunda teoría, esta mucho más
sustentada y documentada. Esta versión propone que el slam surgió a raíz de una
presentación en TV de la banda punk “Fear”. Estos gabachos se presentaron en
Saturday Night Live, era 1981 y mientras tocaban “New York it’s alright” el
público se volvió loco. Había gente invadiendo el escenario, otros empujándose
y agitando la cabeza. La transmisión fue interrumpida pues los gringos
conservadores consideraban la escena como “inapropiada para la televisión
abierta norteamericana”. Afortunadamente puedes darte un volteón en youtube y
buscar el video completo (sólo teclea “Fear Saturday Night Live” y listo). Es
el primer registro en video que se tiene del slam. A partir de ese momento el
movimiento punk se lo apropió y comenzó a ser una práctica obligada en cada
tocada.
Podrán existir una y
mil versiones sobre las verdaderas raíces del slam, pero es un hecho que fue
culpa de los punks y no hay vuelta de hoja. Toda la primera mitad de la década
de los 80’s el slam se mantuvo aislado de manera underground dentro del
movimiento punk. Pero no tardaría mucho en empezar a colarse a otros
territorios.
En 1986 la banda de
trash metal, Anthrax, lanza el video de su rola “Indians” en el que por primera
vez el slam se hace presente dentro del metal. De ahí le siguieron otros bandas
como Testament con “Into the Pit”, Megadeth con el video de “Wake Up Death” y
Exodus quienes hicieron de “The Toxic Waltz” todo un himno slamero.
Para 1991 el slam dio
el salto del metal al hip hop, una vez más de la mano de Anthrax. Los trasheros
reversionaron “Bring the Noise” junto a Public Enemy y en el video estaba una
vez más el slam presente.“Bring the noise” apareció en el álbum “Apocalypse
91... the Enemy Strikes Back” de Public Enemy y en “Attack of the Killer B’s”
de Anthrax. Se metió en la licuadora el rap, los riffs de metal y el slam. Sin
saberlo estaban sentando las bases de lo que una década más tarde sería el Nü
Metal.
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Anthrax & Public Enemy: El crossover del slam. |
Ese mismo año el slam encontró una plataforma
hacia la masificación: Lollapalooza. Este festival, organizado por Perry Farrel
de Jane’s Addiction, fue la cara de la juventud de los 90’s. En él se
fusionaron géneros que antes no habían podido convivir de manera tan cercana. Estaba
el punk, el metal, el rap y algunas bandas de funk y rock alternativo. Era
momento de que el slam surgiera desde el más profundo underground para ver por
primera vez la superficie.
A finales de 1991
Nirvana lanza su sencillo “Smell Like Teen Spirit”, mostrando en su video a un
grupo de adolescentes slameando. Fue así como el slam se coló del punk al
metal, del metal al hip hop, del hip hop al grunge y del grunge a las masas.
Actualmente el slam es una práctica común en conciertos de música electrónica, Drum
& Bass y Dubstep.
El slam llegó a tal
punto de masificación que hoy existen grupos de personas que lo practican como
ejercicio. En EUA “Punk Rock Aerobics” es el lugar de moda y con el slogan
“Punk Rock Aerobics: The exercise created for the misfit” han comenzado a crear
un emporio basado en lo que en algún fue un movimiento propio de los punks
marginados .
SLAM, LOS MODOS Y FORMAS.
Es
verdad que el slam es un caos, pero es uno de esos que tienen un cierto sistema
y órden. Todo en la vida tiene un cómo, y estos son las variantes y los “cómos”
del slam:
Stage diving: Es el acto
de lanzarse desde el escenario hacia el público. No existe una traducción
exacta al español para este término, así que el concepto anglosajón se aplica
en cualquier parte del mundo. Los primeros en hacer el stage diving fueron Iggy
Pop y Peter Gabriel. Otros, como Axl Rose y Sebastián Bach, utilizaron este
recurso para lanzarse a la multitud y madrear a los individuos que simplemente
no les caían muy bien. Christian Lorenz, tecladista de Rammstein, llevó el
stage diving a otro nivel al usar un bote inflable con el que navegaba a lo
largo y ancho de la multitud para luego regresar al escenario.
Headbanging: Consiste
en agitar la cabeza rápidamente al ritmo de la música. Es mucho más llamativo
si cuentas con una buena mata que acompañe tus movimientos de tatema. Led
Zeppelín utilizó por primera vez el término “headbang” en 1968, para definir
los movimientos eufóricos del público en un show ofrecido en Boston. El
headbanging puede hacerse de arriba a abajo, en forma de molino, de izquierda a derecha o
incluyendo el torso. Algunos headbangueros célebres: Jasón Newsted, Phil
Anselmo, Randy Blyhte, Corey Taylor y
Tom Araya.
Pogo: Es
el menos peligroso de todos los géneros del slam. Por lo general al hacer pogo
no existe contacto físico. Consiste solamente en brincar para, junto con el
resto de la audiencia, crear un efecto de ola. Suele hacer aparición en
festivales masivos, entre más gente le entre más chingona es la postal. El pogo
debe su nombre al juguete para brincar que alcanzó popularidad en la década de
los 80’s.
Circle Pit Mosh: Al igual que en el Pogo, el circle pit mosh no tiene contacto violento
entre los participantes. Solamente hay que correr en forma circular, siempre en
una misma dirección para formar un remolino. Existe una regla de oro al momento
de hacer circle pit mosh: debe ser durante una rola con beats acelerados, de lo
contrario más que verse chido se verá ridículo. Es mucho más común verlo en
conciertos de metal y punk.
Wall of Death: Es la más
violenta de todas las derivaciones del slam. La pared de la muerte resalta las
condiciones mesiánicas de una banda arriba del escenario. Por lo general es el
vocalista quien parte en dos a la audiencia y cuando da la orden las dos partes
corren para chocar entre si, como si se tratara de una pelea de vikingos. Si
quieres disfrutar de un buen güolofdetazo échale un ojo a “Killadelphia”, DVD
en vivo de Lamb of God, o a la presentación en 2010 de Exodus en el
festival Wacken Open Air.
OBJETIVO PRINCIPAL: DISFRUTAR EL SLAM SIN SALIR
HERIDO.
En plena euforia es muy probable que no midas la
fuerza con la que agitas el esqueleto y al día siguiente el dolor va a ser
insoportable. Desgraciadamente los moretones y el dolor de cuello no son los
únicos riesgos. En 1996 durante un toquín de los Smashing Pumpkins murió
Bernardette O’Brien, un fan de la banda, aplastado por la multitud. En 2007
murió otro fanático más por lo que Corgan y compañía decidieron parar sus shows
cada vez que el público decidía armar slam.
En un show de la banda de groove metal “Five Finger
Death Punch” Zoltan Bathory, vocal de la banda, se lanzó a la multitud para
ayudar a un fan que estaba siendo pisoteado. Recientemente Randy
Blythe, vocal de Lamb of God, fue acusado de homicidio imprudente por la muerte
de un fan durante uno de sus shows en República Checa.
En pocas palabras, aventarte al remolino de codazos
tiene sus riesgos, tanto individuales como colectivos. No está de más
contemplar estos puntos para disfrutar el slam sin tener puntadas qué lamentar:
·
Vienes a divertirte, no a
pelear: Ya pagaste una buena lana
por entrar al concierto, estás ahí para pasarla bien, no para salir en camilla.
Si en algún momento del show decides que entrar al slam es una buena idea hazlo
para divertirte, no para agredir o lastimar a los demás.
·
Si hay un lesionado ayúdalo: Si por alguna razón las cosas se salen de control y
accidentalmente hay alguien lastimado ayúdalo. No te tomará más de un minuto
darle una mano al sujeto lesionado para levantarse. Asegúrate de que está en
condiciones de continuar con la danza. Si no es así ayúdalo a salir del centro
del remolino y en cuanto esté en una zona segura continua con lo tuyo.
·
No empieces slam en
situaciones innecesarias: Seguro
pasaste una semana de locos en el trabajo o la escuela. Todos tenemos emociones
contenidas en el interior que luchan por salir como vapor de olla express, pero
debes tener un poco de autocontrol. Si la banda está tocando una balada no
empieces a slamear, corres el riesgo de verte monstruosamente ridículo. Mejor
espera un poco y suelta toda tu energía cuando suenen los primeros acordes de
la rola más ponchada. También respeta cuando hay niños cerca, si quieres
empezar el slam echa un vistazo a tu alrededor y procura no involucrar a
personas que no están interesadas en seguirte el juego.
·
Las mujeres quieren slam, no
una violación: Vivimos en tiempos de
liberación femenina y búsqueda de igualdad de géneros. Así que seguramente
mientras estés soltando chingazos verás
que hay dos, tres o más mujeres metidas en el desmadre. Si ellas decidieron
entrarle es bajo su propio riesgo, pero eso no significa que tú tengas el
derecho de meterles mano cada en cada oportunidad que tengas. Ellas, al igual
que tú, sólo buscan divertirse. Respeta cuando una o más chicas decidan unirse
al slam y haz todo lo que esté en tus manos para proteger su integridad física.
·
No introducir objetos
punzo-cortantes: Te las ingeniaste para
burlar la seguridad del lugar. Metiste una navaja entre tus sucias barbas o en
el doble fondo de tu chamarra. De entrada eso te convierte en un absoluto
pendejo, pero tus razones tendrás para haberlo hecho. Si ya estás dentro del
recinto y traes tu fierro piensa que puedes ocasionar una tragedia. Abstente de
entrarle al slam, y de preferencia también abstente de volver a un concierto
por el resto de tus días... cabrón.
DANCE AND DENSE
DENSO: EL SLAM EN MÉXICO.
Las
canciones de rock n’ roll de los años 60’s hablaban de todo tipo de ñoñadas
como recargar la cabeza en el hombro de tu chica o limpiar las lagrimas que
corrían por sus mejillas. Pero en 1961 “Los Locos del Ritmo” lanzan su sencillo
“Aviéntense Todos”, cover de la rola “C’mon Everybody”, original de Eddie Cochran.
Para nosotros puede parecer una canción inocente y completamente inofensiva,
pero para principios de los 60’s se trataba de un mensaje escandaloso (“No debe
haber un sólo cuate que se quede ahorita sin bailar... aviéntense todos”).
Justo cuando parecía que el rock mexicano comenzaba a
deschongarse se atravesó Avandaro con el “peace and love” de los 70’s y después
la cacería de brujas por parte del gobierno mexicano en contra de todo aquél
que se atreviera a colgarse una guitarra.
Fue hasta los 80’s cuando el slam comenzó a hacerse
presente en las tocadas de rock underground. Los hoyos funkies fueron el caldo
de cultivo perfecto para que, entrada la década de los 90’s, el slam viera la luz
en espacios menos escondidos. Bandas
como “La Maldita Vecindad y los Hijos del Quinto Patio” hicieron del slam una práctica popular. En su
video “Pachuco” de 1991, los integrantes de la Maldita slamean entre ellos y
también se muestran escenas de presentaciones en vivo donde el público hace lo
propio.
En 2003 Molotov dedica la portada y la primer rola de
su tercer álbum, “Dance and Dense Denso”, al movimiento del slam. La imágen
mostraba a dos hombres chocando sus cabezas y una mancha de sangre contrastando
con el fondo completamente blanco. Otros videos de bandas mexicanas con slams
memorables son “Esqueleto” de Víctimas del Dr. Cerebro, “Aquí no es donde” de
Resorte y “La Carencia” de Panteón Rococó.
Afortunadamente el día de hoy no existe nada ni nadie
que reprima a cualquiera que quiera asistir a un concierto de rock y slamear,
siempre y cuando se cuide la integridad propia y la de los demás. El slam es
una práctica que pasó de la cultura under a las masas. Hoy no importa de qué
género sea el toquín al que asistas, seguramente te tocarán un par de empujones
y guamazos así que... ¡relájate y disfruta!