miércoles, 12 de agosto de 2015

LaguNotas Mentales: Felicidad... Loading.

Se convierte en un asunto de rutina, despertar y echarle un ojo a las noticias frescas acompañado de café, o de cerveza según sea el caso. Hay veces que uno se queda enclutchado en la noche anterior y ya ni modo. A mi parecer la naturaleza de la noticia radica en la novedad, en lo inesperado, lo irregular… lo insólito, lo digno de ser contado. Tristemente la mayoría de los encabezados que veo diariamente caen en un espiral repetitivo que desgasta su poder de impacto, pues al leerlo se recurre al inevitable “naaah ¿neta?”.
Por ejemplo, en el periódico de esta mañana, por citar algunos, encontré estos: “Con violencia termina marcha de normalistas”, “Mafioso brasileño lleva 30 años prófugo encubierto por el gobierno”, “El TRI funciona a medias, no convence a la afición”. Y así puedo citar muchos más. Si le diéramos copy/paste a cualquiera de estos encabezados y los insertamos en el periódico de mañana, de pasado mañana o en las páginas de un diario del 2017 no desentonarían para nada.
Aún así a toda regla hay una excepción. Siempre hay una noticia que rompe con la rigidez de los encabezados repetitivos y obvios. Esta vez la nota que captó mi atención fue: “Se celebra el Día Internacional de la Felicidad”. Y bueno, por partes. En primer lugar me sorprende que ya existe día internacional de absolutamente todo (hace un par de semanas me enteré que ya existe también el día internacional del perro sin raza). En segundo lugar, más que el encabezado, me sorprendieron los datos que la nota presentaba, basados en la encuesta que el INEGI realizó a los mexicanos acerca de la felicidad.
Según los resultados que esta encuesta arrojó tan solo el 47% de hombres y 56% de mujeres en nuestro país manifestó vivir feliz, aunque aceptó sentir frustración de manera cotidiana al saber que las cosas no están del todo bien (“Pssss es que más bien te acostumbras y así le das ¿no?” decía uno de los encuestados). Las personas separadas son las que presentan el mayor porcentaje de no felicidad, con 7%, respecto a las demás situaciones conyugales.

Otros de los datos que reveló la encuesta fue que a mayor nivel educativo mayor es la infelicidad del mexicano. Una vez más la frustración se hace presente. Las expectativas laborales de los mexicanos que terminan un nivel de educación superior son muy altas, al toparse con la realidad y el desempleo la frustración hace de las suyas nuevamente. Irónicamente la clase baja es la que vive, aparentemente, más feliz cobijados en el eterno discurso de “Donde come uno comen dos, ya Dios proveerá”.
La encuesta reveló también que una de las causas de no felicidad en los mexicanos es el exceso de tiempo libre, pues es aquí donde hay oportunidad de analizar las vidas de los demás y compararla con la propia. Si, frustración una vez más. Con toda esta información, y abusando del espacio que Kriptón me da para esta columna, rescaté una vieja publicación de mi blog, la cual considero que encaja como anillo al dedo ante una sociedad llena de cangrejos frustrados y malaleche. Dice así:

 10 PRÁCTICOS CONSEJOS PARA CONVERTIRTE EN UN MEXA MALAHIERBA Y FRUSTRADO.

1.-Memoriza por lo menos 5 pretextos creíbles para justificar tus errores y haz creer a los demás que tú nunca te equivocas.
2.-Descalifica cualquier trabajo, comentario o idea que no sea tuya. No importa lo brillante que sea la propuesta, si no viene de ti mándala al diablo.
3.- Muestra siempre una cara amable a tus semejantes, ya habrá oportunidad para hablar mal de ellos a sus espaldas.
4.- Aprende a detectar a las personas que puedan convertirse en un obstáculo para ti, haz amistad con ellos, enséñales a hacer mal las cosas y deja que te acompañen en tu mediocridad por el resto de sus vidas.
5.- Pídele opiniones a los demás con la única finalidad de ignorarlas. Así quedará claro quién es el que manda. No importa que sus ideas sean mejores que las tuyas, ignóralas a toda costa. Recuerda, TÚ NUNCA TE EQUIVOCAS.
6.- Cuando pasen los años y te des cuenta de que no has logrado nada en la vida echa raíces en donde te encuentras y haz todo lo posible por retener a todos los que te rodean junto a ti, así compartirán el fracaso.
7.- Cuando veas cualquier especie de talento en una persona dile que lo que hace está mal y proponle hacer las cosas a tu manera. Así acabarás con sus posibilidades de éxito.
8.- Utiliza por lo menos el 60% de tu tiempo en estar enterado acerca de la vida de los demás, así sabrás inmediatamente si a alguien ,que no seas tú, se le ocurre empezar a triunfar y podrás actuar a tiempo para detenerlo. Facebook es una herramienta muy útil para lograrlo.
9.- Cuando algún pasado de listo te pregunte por qué eres un perfecto pelele justifícate diciendo que estás esperando tu golpe de suerte.
10.- Haz todo lo anterior inconscientemente para evitar cualquier tipo de cruda moral o remordimiento por lo mierda que eres.
La ONU ha rankeado a México en el lugar número 26 del mundo en cuanto a felicidad. Algunos países como Canadá, Australia e incluso Cuba han escalado para posicionarse en lugares más decorosos, mientras que México está anclado en esta zona de la clasificación y coquetea anualmente entre el número 26 y 29.
La frustración hace de nuestro día a día una carnicería, todos contra todos. Mentalidad cangrejo, cáncer que nos corroe y nos encamina a terminar arrancándole las greñas al prójimo. Por eso y muchas cosas más me considero fan irremediable de Erich Fromm, pues al decir que el éxito es igual de desastroso que el fracaso (¡en México ni se diga!) tenía la boca llena de razón.

LaguNotas Mentales: Daniel Tristán Q.E.P.D. (Que en pants descanse)

Rompí todos los espejos porque los espejos tiran netas y, la neta, a mi mejor que me mientan. Dicen que si miras fijamente al abismo llega un punto de quiebre en el que el abismo te mira de regreso. Así pasa con los espejos, son abismos que cuando los miras fijamente te hipnotizan, te arrancan la piel de la cara y te la escupen de regreso al cráneo después de decirte todas tus verdades. No evito mi reflejo por miedo a envejecer/morir, lo evito sencillamente porque el que busca encuentra. Eso te sacas por andar preguntando… ask me no questions and I will tell you no lies. Rompí todos mis espejos porque los espejos tiran netas y, la neta, a mi mejor que me mientan y me mientan y me mientan.
Daría lo que fuera por volverme inmune a las verdades, porque cuando las verdades permanecen encajonadas nunca hacen daño. Como los Ozzys, los Jaggers y todo aquél Peter Pan del rock and roll que ya está muerto hace un chingo de tiempo pero nadie les ha avisado y entonces tienen licencia para seguir rondando en el mundo de los vivos bien quitados de la pena. Pero yo ya estoy bien frío. Cabrón… ¿por qué se me escurrió la vida entre los dedos?
 
Hey you with you ear against the wall
Waiting for someone to call out
Would you touch me?


Se me acabó la vida tantas veces cuando usurpé el dolor ajeno y me metí a Tangassi a tomar café gratis mientras le daba el pésame al familiar más devastado que encontré, valiéndome madre la muerte del ex vivo (¿?) que nunca conocí. Se me fue el alma, pero nadie me avisó. Comencé a morir el día que desperté frikeadísimo en el Ibis de Aguascalientes porque estaba temblando y en todo el sexto piso parecía que el edificio se caía a pedazos. Y ella, con su voz suavecita de las mañanas, me dijo “quenocierto, queduermeteotravez”. Morí aplastado entre las columnas de concreto y los muebles de hotel, pero nadie me avisó.
Y ahí estoy moribundo a los siete años cuando los mochos del Opus Dei en el Real me obligaron a hacer la primera comunión y a mi se me ocurrió decirles que “órale va, pero es la primera y la última”. Se me empuercó el alma, se me llenó como de chapopote. Estiré la pata pero como a esa edad casi nadie se muere yo seguí.

Hey Joe, I heard you shot your mamma down.
You shot her down now
Hey Joe, I heard you shot your lady down
You shot her down in the ground.


Comencé a morir la vez que en la malafiesta llegué al Rockabilly terco con acercarme a acercar a saludar al DJ (porque güey, es mi amigo desde el kinder… ¡te lo juro!) y terminé jalándole todos sus cables para dejar al bar entero sin música y dizque sordeado mejor me fui al baño a la voz de “¡pendejo, pendejo!”. Y me llené de gusanos bajo tierra cuando comprobé por mi mismo que no era mito urbano eso de que los enanos de Blancanieves simbolizan los siete síntomas de la abstinencia de cois y así entre la dormilona, los estornudos y mi cara de gruñón me les fui sin avisar.
Se me pudrió la carne y acabé hecho puros huesos cuando a mis papás se les ocurrió sincronizar sus calenturas para hacer que naciera con la marca de la generación X raspada en la frente. Esa generación que decidió tomar como estandartes a Tom Green, Johnny Knoxville, Andy Milonakis y todos aquellos que lograron una fortuna navegando en las aguas del absurdo y el sin sentido.
 
And anytime you feel the pain, hey Jude, refrain.
Don’t carry the world upon your shoulders
For well you know that it’s a fool who plays it cool…


Y entonces ya no me quedó de otra más que caminar por todos lados arrastrando los pies, con la pesadumbre de quien se sabe muerto pero se lo sigue negando. Un zombie con el cerebro seco y las entrañas hechas polvo. No sé ni dónde esconderme si mi papá portó orgulloso el “Hey You” de Floyd, mi abuelo el “Hey Joe” de Hendrix, y el “Hey Jude” de Beatles. Y yo con qué cara me puedo atrever a reproducirme si en algún momento tendré que explicarles a mis hijos que a mi y a los que vienen conmigo quien nos define es “Hey………………………. Ar… ar…Arnold!” (¿?)


Together
             we
                   stand
                             divided
                                         we
                                                 fall…….
                                                               . . . . .
                                                                          . . . .
 
                                                                                       .   .   .  
 
                                                                                                 .     .    
 
                                                                                                             .

LaguNotas Mentales: No todos los artistas famosos, ni todos los famosos son artistas.


¿Quién sabe realmente qué es el arte? ¿En qué radica la importancia de una obra artística? ¿Quién demonios le metió la cabeza a la gente de este país que el arte es exclusivo de las clases con solvencia económica?  Imposible lanzar al aire respuestas a estas preguntas con las cuáles todos quedemos satisfechos y de acuerdo.
Abrir el debate sobre qué es para cada uno de nosotros el arte sería desatar un huracán de opiniones, (algunas interesantes, otras no tanto) que nos tomaría todo el tiempo del mundo y, seguramente, al final, si es que en algún momento terminamos, estaríamos igual o más confundidos.
Naturalmente existen algunas definiciones en común sobre qué es el arte. Algunos dirán que es la expresión de ideas, sentimientos, emociones. Otros pondrán sobre la mesa el concepto de la estética y la belleza. Y entonces empoderados con alcance de las redes sociales desatamos una cacería de brujas despotricando contra todo. Están ahí los que creen que todo el jazz es bueno y todo el pop es malo, por ejemplo. O los jalados de los pelos que graffittean su apodo en las paredes y se cuelgan el milagrito del arte urbano.
Yo encuentro placer en todo lo que en cualquier momento puede desaparecer o terminar. La música arranca y se encarrila, sin que nadie la detenga, a un inevitable final y más me vale disfrutarla mientras dure. Lo mismo pasa con una pintura, el temor de que sea robada, o que al colgarla en mi pared una filtración de humedad acabe con ella me hace apreciarla y valorarla. Yo devoro todo lo que sea placentero y fugaz. No me importa si es arte o no, me importa que hoy está ahí, mañana quién sabe.
Por favor abramos los ojos y nos demos cuenta de que estamos en un malentendido total. Que de una vez por todas entendamos que el problema no está en ser o no ser artista, el problema está en no asumirnos como lo que verdaderamente somos, el error está en la falta de honestidad. No hay nada de malo en ser una máquina de hits musicales que pasarán al olvido, ni hay nada de malo en ser un simple atractivo visual con senos de silicón que llena palenques. Lo malo está en no ser honestos y colgarnos medallas que simplemente no nos pertenecen.
Nadie tiene la verdad absoluta de nada, son ángulos desde los que cada quién ve las cosas y nada más. No soy nadie para pretender encontrar el hilo negro de nada, simplemente aprovecho  el espacio de la cuartilla y media que Kriptón me regala para manifestar un punto de vista personal. Podré no saber qué demonios es el arte, pero de una cosa si estoy seguro: Sé perfectamente qué NO es el arte y no tengo ningún empacho en sentarme a disfrutar una película de terror de Hollywood. Mientras tanto seguiremos jalándonos las greñas eternamente por una simple y sencilla razón, no hemos entendido la diferencia entre ARTE y simple ENTRETENIMIENTO.